¿QUÉ ES EL PULIDO?
El pulido de la piedra es un proceso de acabado que consiste en eliminar las imperfecciones de la superficie de la piedra y crear una superficie lisa y brillante. Se utiliza para dar un aspecto elegante y sofisticado a la piedra, y se puede aplicar a una amplia variedad de materiales, como mármol, granito, arenisca y piedra caliza.
La técnica del pulido se consigue mediante abrasión, pasando por diferentes granulometrías cada vez más finas, que dan a la piedra ese aspecto de «brillante». En la actualidad se utiliza principalmente el abrasivo diamantado, que permite acortar tiempos y conseguir resultados espectaculares, a la vez que minimiza las fuerzas de trabajo para personas y máquinas con el consiguiente beneficio.

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¿CÓMO SE REALIZA EL PULIDO?
El proceso de pulido siempre pasa por tres pasos claves. Cabe destacar que si no se realizan con precisión cada una de las etapas, el resultado puede arruinar la piedra.
Paso 1. Desbastado: es un proceso imprescindible para conservar la calidad, la estética, la funcionalidad y la coloración de la piedra. Es el paso previo al pulido y se fundamenta en realizar sucesivas pasadas con diferentes discos que preparan la superficie.
Paso 2. Pulido: Es la fase más decisiva. El pulido se realiza con componentes abrasivos que nos ayudarán a conseguir un buen acabado en la superficie. Si no se realiza por alguien con experiencia, el resultado puede ser el contrario a conseguir un buen abrillantado.
Paso 3 Abrillantado: Cuando se termina el paso anterior, nos disponemos a pasar a la fase del abrillantado que se realiza mediante el uso de piedras especiales. Esto hace que se puedan incluso obtener los resultados de acabado de las baldosas como recién salidas de fábrica.
Con el pulido se consigue una superficie lisa y brillante, con porosidad casi nula, destacando al máximo nivel la estructura, color y textura de la piedra.

Consejos para el pulido de la piedra
Aquí hay algunos consejos para obtener los mejores resultados al pulir la piedra:
- Utilizar los productos y las técnicas adecuados: Asegúrarse de utilizar los productos y las técnicas adecuados para el tipo de piedra que está puliendo.
- Trabajar con cuidado: El pulido es un proceso que requiere cuidado para evitar dañar la superficie de la piedra.
- Probar el abrasivo en una zona oculta: Antes de comenzar a pulir la superficie completa, probar el abrasivo en una zona oculta para ver cómo queda.
- Ser paciente: El pulido es un proceso que requiere tiempo y paciencia.
Tipos de pulido
Existen diferentes tipos de pulido, dependiendo del grado de brillo deseado. Los tipos más comunes de pulido son:
- Pulido espejo: El pulido espejo es el tipo de pulido más común. Se utiliza para crear una superficie lisa y brillante que refleja la luz.
- Pulido satinado: El pulido satinado es un tipo de pulido que crea una superficie lisa pero mate.
- Pulido rústico: El pulido rústico es un tipo de pulido que crea una superficie lisa pero con una ligera textura.
¿QUÉ MATERIALES SE PUEDEN PULIR?
Se aplica principalmente en mármoles y granitos, ya que son rocas muy compactas y con alto grado de cristalinidad.
Este acabado al ser de «poro cerrado», proporciona a la piedra mayor resistencia al ataque de agentes externos, resistencia que se puede aumentar con diversos tratamientos de protección. Cabe resaltar que el poro de la piedra nunca llega a estar cerrado, si bien con el pulido se trata de minimizarlo al máximo.
El pulido se puede aplicar a una amplia variedad de materiales, entre los que se incluyen:
- Piedras naturales: El pulido es una de las técnicas de acabado más utilizadas en la piedra natural. Se puede aplicar a una amplia variedad de piedras naturales, como mármol, granito, arenisca y piedra caliza.
- Metales: El pulido también se puede aplicar a algunos metales, como el acero inoxidable, el aluminio y el bronce. Se utiliza para crear una superficie lisa y brillante que sea resistente a la corrosión.
- Madera: El pulido también se puede aplicar a la madera. Se utiliza para crear una superficie lisa y brillante que sea resistente al desgaste.
- Cristal: El pulido también se puede aplicar al cristal. Se utiliza para crear una superficie lisa y brillante que sea resistente a las manchas.
- Plástico: El pulido también se puede aplicar a algunos plásticos, como el acrílico y el policarbonato. Se utiliza para crear una superficie lisa y brillante que sea resistente a los arañazos.
El tipo de abrasivo utilizado depende del material que se esté puliendo. Para las piedras naturales, se suelen utilizar abrasivos de grano fino o muy fino. Para los metales, se suelen utilizar abrasivos de grano fino o medio. Para la madera, se suelen utilizar abrasivos de grano medio o grueso. Para el cristal, se suelen utilizar abrasivos de grano muy fino. Para el plástico, se suelen utilizar abrasivos de grano fino o medio.
El proceso de pulido es similar para todos los materiales, pero hay algunos factores que deben tenerse en cuenta en función del tipo de material que se esté puliendo. Por ejemplo, las piedras naturales son materiales duros que requieren el uso de herramientas y materiales más abrasivos que los metales o la madera.
Aplicaciones del pulido de la piedra
El pulido de la piedra se puede aplicar a una amplia variedad de aplicaciones, entre las que se incluyen:
- Encimeras: El pulido es una buena opción para las encimeras de piedra natural, ya que le da un aspecto elegante y sofisticado.
- Escaleras: El pulido es una buena opción para las escaleras de piedra natural, ya que le da un aspecto elegante y seguro.
- Pavimentos: El pulido es una buena opción para los pavimentos de piedra natural, ya que le da un aspecto elegante y duradero.
CON RESPECTO A SU USO PARA SUELOS:
Este tipo de acabado es ideal para espacios interiores, pero hay que tener en cuenta que a poco que la superficie esté mojada, se convierte en muy deslizante. Ni que decir tiene que para exteriores y sobre todo zonas de piscina, nuestra recomendación es de olvidarse de este tipo de acabado.